Entrevista a Martín Cabrales

“Los blends de las cápsulas están adecuados al paladar argentino”

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¿Cómo evolucionó el consumo del café?

En estos 77 años de Cabrales en el mercado, el café ha evolucionado mucho como bebida. Antes, era un producto que se tomaba a la mañana en el desayuno y competía en forma directa con el mate. Hoy, todo lo que se ingiere es competencia: mate, té, lácteos, jugos, cereales, hay muchísimas más opciones y diversidad. Pero el café en el mundo mantiene esa mística de ser una bebida muy especial. La Argentina no es productora de café, como lo son Brasil y Colombia, pero tiene una ligazón muy fuerte, que lo demuestra a través de la cultura, el tango, la poesía. Eso se nota en la Capital Federal y las grandes ciudades del interior. Después, cuando la gente se va retirando a las ciudades más chicas o al campo, sí aparece el mate, que es la bebida nacional. De todos modos, la Argentina sigue siendo un país de bajo consumo, con 900 gramos por habitante.

¿Y de qué manera puede crecer ese consumo?

Tenemos una cámara de café que agrupa a los cafeteros más conocidos, donde se realiza una campaña anual, “Yo amo mi café”, para incentivar el consumo. Pero, eso lleva tiempo. Lo bueno del café, por lo que uno apuesta a un crecimiento de consumo, es que la gente joven empieza consumirlo de otras maneras, y mucho tienen que ver estas cadenas de café que hay por todo el país. Y algo muy bueno es que antes el café no era recomendado como un buen hábito y, hoy en día, se tiene la certeza de que el café tiene un montón de propiedades (N.R.: ver nota de tapa de la edición anterior): te mantiene activo, es un energizante natural, es antioxidante, estimula la digestión, y hoy en día eso es bien recibido por la gente.

¿Qué le ofrece Cabrales al mercado?

Actualmente, ofrecemos las mismas opciones que se ofrecen en Estados Unidos y Europa: tenemos café molido, en granos, en saquito, instantáneo, senseo Philips y ahora la capsula, que es lo más nuevo que hay en café. Este desarrollo, que cuenta con cinco años de estudio, nos permite como primera empresa argentina estar a nivel internacional.

¿Cuáles son los beneficios de las nuevas cápsulas?

Producidas en Italia, son ciento por ciento compatibles con las máquinas espresso. Se trata de otra variedad para un consumidor muy exigente, que no sustituye ni imita a otras variedades. Son totalmente herméticas con la conservación del café durante año y medio, es decir que es un café inalterable. Hay tres variedades: intenso, mediano y suave, y vamos a incorporar un descafeinado. Es para nuestro consumo, con el gusto argentino, por eso los blends están adecuados al paladar argentino

¿Cuál es la respuesta de los consumidores?

La gente lo ha recibido muy bien. Esto también renueva y categoriza a la marca. Nos coloca en la innovación. Y para una empresa 100% familiar del interior, es un esfuerzo, porque hay que apostar a la inversión y al país, como hacemos hace 75 años. Era un proyecto que estaba en carpeta y lo largamos porque confiamos en el futuro de la argentina.

¿En qué situaciones se consumen?

Yo creo que hay dos tipos de situaciones: una, que el electrodoméstico ha pasado a ser un elemento decorativo de la casa y mucha gente lo usa cuando recibe invitados, para agasajarlos de la mejor manera; y después, para la satisfacción personal, gente que prefiere tomarse un café en su casa, pero como hecho en un bar. Para nosotros es un placer competir humildemente con una empresa multinacional con un prestigio fabuloso, porque el líder de esta categoría ha hecho un trabajo excelente.